sábado, 24 de febrero de 2018

Un café y un recuerdo para Forges que tanto nos hizo sonreír.


Mientras hacía la comida, me tomé un café y recordaba a Forges  que tanto nos hizo sonreír. Pelín triste, Antonio. 

Ya ve, Sor Austringiliana, se ha ido al cielo derechito.


22 febrero 2018

miércoles, 21 de febrero de 2018

En ti estás todo, mar, y sin embargo, ...

Pintura de Agustín Merino



(Diario de un poeta recién casado, 1916)


En la noche que calma y aquieta
Aterciopelada en profundos respirares de luna
Ignoras tus azules heridas, pues no las sientes
Tu soledad tan inmensa escapa a la muerte
Mis pensares cabalgan olas de espumas junto a los tuyos
Sin descifrar las deidades que nos desmiembran y mutilan
Un corazón de agua permanece y en besos pulsa aferrándose a la vida
Naces mar sin saber que ya naciste, en el nácar del olvido conjugado
En los corales del desrecuerdo
En todas las memorias de la negra ausencia

(Agustín Merino)

viernes, 16 de febrero de 2018

Batería baja. Necesito cafeína.


Batería baja.
Necesito cafeína.

Sor Austringiliana no conocía la cafeína, tal vez alguna hierbecilla estimulante.

El café mejor si es en compañía y con conversación. 

Un abrazo si alguien entra aquí y escribe algo.

domingo, 11 de febrero de 2018

Qué hago mirando que no llueve.

Óleo sin acabar de Agustín Merino.

Qué hago mirando que no llueve.
Como ver la lluvia que me recorre.
En agua los cielos abren.
Universal es el diluvio que me diluye.
El mundo cede en metal de fuego frío.
Qué hago mirando que no llueve.
Tal vez esperar fugaces estrellas, pero es de día.
Tal vez pueda verlas si dejo a la lluvia inundar mis  ojos.
Qué hago mirando que no llueve.
Si ya sumergido en mis profundidades.
Solo desnudo despojado de todo.
Respiro mis respirares para seguir respirando.
Qué hago mirando que no llueve.
Como un guerrero vencido.
Empapado de infinita derrota.
Qué hago mirando que no llueve.
(Agustín Merino)

sábado, 3 de febrero de 2018

Unas hojas mecanografiadas y pasadas por la multicopista. Átomos del pasado.





Un antiguo alumno mío del Colegio Público Licenciado Domingo de Aguirre de Legazpi (Guipúzcoa), Miguel Ángel Rábago, me prometió mandarme las fotos de un trabajo que hicieron en séptimo de EGB, sobre unos fragmentos de "El Camino" de Miguel Delibes que todavía conservaba en casa de sus padres. Me dice ahora que lo prometido es deuda y aquí los tengo.
En aquella época, años ochenta del siglo pasado, no se hacían fotocopias en los colegios. Se mecanografiaba en un cliché y se pasaba a una máquina llamada multicopista, Ciclostyl o vietnamita.

A mí me gustaba tanto "El Camino" que copié los fragmentos que pensé que más iban a gustar a mis alumnos, niños y niñas de unos doce o trece años. A continuación, incluía un pequeño comentario de texto sobre lo que habíamos leído. Recuerdo que disfrutaron mucho con las peripecias del Mochuelo, el Tiñoso y el Moñigo.
Reconozco esas hojas mecanografiadas con dificultad, chapucerillas, nunca aprendí a escribir con todos los dedos. Corregía las faltas e incluso añadía palabras a mano, lo que no había salido bien en las copias. Ya me hubiera gustado entonces disponer de los medios de que dispuse después, fotocopias a mi disposición.
Estas hojas me han alegrado el día, para mí son un tesoro recuperado. ¡Gracias Miguel Ángel!
Hace unos años lo recordaba en mi blog:
"En aquellos tiempos de la EGB, mis alumnos de entonces, regocijados en la traviesa compañía del Mochuelo, el Tiñoso y el Moñigo, los de "El camino" de Miguel Delibes. La lupa, el sol y la negra panza del gato. Y "esperar al rápido dentro del túnel con los calzones bajados".
https://aranitacampena.blogspot.com.es/…/el-placer-de-la-le…

De vez en cuando recuperamos átomos del pasado. 

María Ángeles Merino Moya