sábado, 29 de abril de 2017

Sesenta, Sor Austringiliana.



Sesenta.

Aquí estoy, Sor Austringiliana. 

Conocí a Su Caridad hace diez años, cuando daba su paseo por mis redes neuronales, al mismo tiempo que lo hacía por los infernales canalículos de estas máquinas de luz, tan extrañas, tan misteriosas, tan sabias. Peligrosas en ocasiones.

Sesenta.

Su Caridad, Sor Austringiliana, me protegió de la manera más extraña. Tramé asesinarla, busqué la tecla y no la hallé. Comprendí sus intenciones... Ahora le pido protección en una nueva etapa que me dicen llena de júbilo...

Dentro de nosotros mismos, encontramos la salida de los más espinosos laberintos. Bien me lo enseñó Sor Austringiliana.

Sesenta. 


Dentro de mí. Lo sé, Sor Austringiliana. 

¡Sesenta!